12:42

Nunca tuvo las llaves de su casa, ni la riñieron por no llegar a la hora. No fue a fiestas pijamas, y jamás se fijó en ningún chico. Nunca se emborrachó, ni conoció orgasmo alguno.

Nunca comprendió porque “la mami” se fue, ni que es eso del cielo. Tampoco entiende por qué está a la verita del señor en vez de estar con ella.

Pero tampoco conocerá nunca el engaño, la hipocresía, la culpa, tampoco la avaricia ni la mezquindad.

Sin embargo, comprende mucho mejor que ninguno de nosotros, sentimientos como el amor, el cariño, la ilusión, o la esperanza.

Os presento a mi tia, se llama Vicky, 54 años, tiene síndrome de down y es feliz con un buen baño, un reloj y un yoyo.

Acabo de acordarme de esta peli, la vi con 15 años o así, me pareció preciosa y me lo sigue pareciendo. Me encanta Roberto Benigni, alguien inquieto, útopico, idealista si se prefiere, pero sobre todo un soñador, un romántico de la vida.

Os dejo escrita la parte del guión donde le esta pidiendo glicerina al médico.

"Si ella muere, pueden cerrar el show que es este mundo.
Pueden llevárselo,
desatornillar las estrellas,
enrollar el cielo y ponerlo en un camión,
pueden apagar este sol que amo tanto...
¿Sabe porque lo amo tanto?
Porque la amo cuando la ilumina el sol.
Pueden llevarse todo, estas columnas, estos palacios,
la arena, el viento, las ranas, las sandías maduras,
el granizo, las siete de la mañana, mayo, junio, julio, la albahaca, las abejas, el mar y los zapallitos, los zapallitos... "

B.S.O de la película

Día gris.

Mientra busca un hueco para escapar, el aire se atraganta,
entre cojines mordidos.
Quedándose atascado, bajo unos recuerdos oxidados.

Entretanto, un borracho destila alcohol,
en la sangre de tus hijos.
Encendiendo miserias, sobre vientres mancillados.

De esos que se esconden en algún lugar de la memoria.
De esos que lastiman conciencias, y olvidan dignidades.

No queda amor dentro de aquel al que le reconcome la culpa,
y después la vomita.

No quedan excusas dentro del reo que se desnuda,
y luego se santigua.

Este roble no quiere más promesas decrépitas.
ni cuándos, ni dóndes
ni ojalás.

Hoy, cien mil gargantas clamarán al cielo
y una vez más, nadie las escuchará.

Día gris.

Comprad flores para las muertas.



¿Quién escribirá la historia de lo que pudo haber sido?

Búscame dentro de mis límites, búscame donde nací.
Búscame entre paredes de cal y tierra, entre barandas de tizón perfumado, búscame en las macetitas que derrames por la fachada.

Sigue el rastro de los suspiros, suspiros color granate, deja que se te escurran por las rejas de una ventana.

Búscame por donde el sol resbala, por ahí, por donde vienen las chiquillas de cintura retorcida.
Búscame bajo dos olivos, allí donde se vengan del mundo dos amantes, donde se arrancan los hocicos con el amor a cuestas.

Qué yo te encontraré, sobre el cielo abierto de par en par.

16:02

Mi atención no es para siempre, hay que devolverla, sobre todo si la tiras al mar.

Sigue burlándote de la ingenuidad, compra manuales para engañar al viento, lo has dejado tan putrefacto que ya no huele a nada. Miéntele al tiempo que este a tu alcance, porque yo ya no me creo ni una sola palabra; Ni la mia, ni la tuya. Búrlate de la sinrazón, engatusa a los perros, que desde tu vientre ladraré poemas al amanecer.

Me he vuelto asquerosamente terca. De repente, quiero vomitar en tus heridas, en tu mala suerte, empujar al vecino, y escupir a los pies de un olmo por haberle pedido peras.

Tus bravuconadas y baboserías me huelen fatal.

Charlatán, conmigo no funciona. No entiendo de que vas, sinceramente.



¿Qué harías tú si entonces yo me convirtiera en algo que es peor que disimular?

Septiembre 2011

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Ya están todas las decisiones tomadas, olvídalo todo, dilúyelo en el mar hasta casi desaparecer, que el único recuerdo de te quede sean fotogramas manchados de arena. Momentos que duran un suspiro, que es lo que duran todos los momentos que merece la pena recordar.

Deja los besos desbocados en tierra, no les dejes resucitar, sin abismo, no hay vértigo posible.

La única verdad de todo esto es que la última copa sabe mejor contigo.

Nos vemos en el poso de las botellas.

Bueno, pues aquí estoy, con un pie en Lyon como quien dice.
Supongo que esto no encaja mucho con la temática del blog y debería hacerme uno de esos que se hace la gente cuando se va y que luego son de mucha utilidad para los futuros Erasmus. Pero teniendo en cuenta que llevo dos blogs para adelante y que me da bastante pereza publicar, paso de abrirme otro blog para después tener 3 o 4 entradas, Así que lo dejo aquí y después si decido abrírmelo lo paso al otro.

Ayer empecé a creerme que me iba; pero a creérmelo de verdad. Ya llevaba unas semanas nerviosa, bueno, no eran nervios, en realidad eran un cúmulo de dudas y miedos absurdos. Que si el idioma, que si no voy a aprobar las asignaturas porque están en francés, que si no me quiero acabar juntando con españoles…blablablá.
La cosa es que ayer por la mañana de repente todo cobró sentido y me levanté super animada. Me dispuse a hacer la maleta, así medio bailoteando, dejé esto para último dia porque pensé, “bah, si yo al final siempre me pongo lo mismo eso en 2 horillas está hecho”. Y una mierda.

Me pasé el dia entero haciendo y deshaciendo maletas, que parece que 20 kilos son muchos, pero teniendo en cuenta que la mayoría de la ropa era de invierno no cabe un cojón. Pero me dije,- Carmela, que no cunda el pánico, siempre te queda petar la maleta de mano-. Mi nuevo mochilón verde de Quechua es maravilloso pero no solucionó mi problema.

A parte de no caber todo lo necesario, la maleta se pasaba de 20 kilos y Ryanair te cobra 20 euros por kilo que te pases en el momento de la facturación. Y como no pensaba darle ni un duro más al maldito Ryan así me la pasé. Poniendo y quitando hasta dar con el peso.
Para que os hagáis una idea de lo poco que pude apretar, sabed que solo pude echar otro par de zapatos a parte de los que llevo puestos, ni una puñetera mochilita/bolso, y el abrigo tampoco cabía así que lo llevo en el brazo, sin contar las dos chaquetas que llevo anudadas a la cintura, que parezco una cosa mala dando tumbos por el aeropuerto. Ya podría haber facturado otra maleta, o enviar cosas antes a mis compañeros o yo que se…En fín, que soy un desastre humano.

Espero llegar y que mi maleta siga en buen estado porque vivo con miedo a que le explote a algún pobre trabajador en la cara. La tuve que cerrar tumbándome encima de ella dando saltitos, y los seguros no dan mucho de si, así que confiemos en el karma.
Esta mañana me he despertado tempranísimo para ultimar cositas y enseñar a mi madre a usar el Skyp, que la pobre está que no vive con eso de la comunicación, mi padre por su parte se ha pegado una llorera que pa’ qué. Vamos, ni que fuera la primera vez que me voy de casa. No se si serán los años o que su incapacidad innata para demostrar sentimientos, al final le ha pasado factura, si no salen por la boca por algún lado tienen que salir.

En fín, me voy contenta, y con muchas ganas que es lo importante. Se que las primeras semanas serán duras, tanto por el idioma, como por el infierno burocrático que me espera allí. Pero creo que hay más bueno que malo en todo esto, llevo años queriendo cambiar de aires, y mira que yo adoro Mi Andalucía con su gente su arte y sus acentos, pero es importante cambiar, y sentir que todo es nuevo, ya habrá tiempo para la nostalgia y el amor a la tierra.
Me dejo aquí un gato que me despierta por las mañanas y una personita a la que me hubiera encantado aborrecer antes de irme, pero no me ha dado tiempo.

Que tengáis buen dia.

Hay que empezar por algún sitio y yo empiezo por el pelo de una niña. Cualquier otra cosa es mala, pero el orgullo que siente una buena madre por la belleza de su hija es bueno. Es una de esas ternuras que son inexorables y que son la piedra de toque de toda época y raza. Si hay otras cosas en su contra, hay que acabar con esas otras cosas. Si los terratenientes, las leyes y las ciencias están en su contra, habrá que acabar con los terratenientes, las leyes y las ciencias. Con el pelo rojo de una golfilla del arroyo prenderé fuego a toda la civilización moderna. Porque una niña debe tener el pelo largo, debe tener el pelo limpio. Porque debe tener el pelo limpio, no debe tener un hogar sucio; porque no debe tener un hogar sucio, debe tener una madre libre y disponible; porque debe tener una madre libre, no debe tener un terrateniente usurero; porque no debe haber un terrateniente usurero, debe haber una redistribución de la propiedad; porque debe haber una distribución de la propiedad, debe haber una revolución. La pequeña golfilla del pelo rojo, a la que acabo de ver pasar junto a mi casa, no debe ser afeitada, ni lisiada, ni alterada; su pelo no debe ser cortado como el de un convicto; todos los reinos de la tierra deben ser mutilados y destrozados para servirle a ella. Ella es la imagen humana y sagrada; a su alrededor la trama social debe oscilar, romperse y caer; los pilares de la sociedad vacilarán y los tejados más antiguos caerán, pero no habrá de dañarse un pelo de su cabeza.

G. K. Chesterton, Lo que está mal en el mundo.

14:40

Ojalá pudieras ver desde fuera ese momento.

Ver como se te dilatan las pupilas y los labios se entreabren solos. Sentir como las ganas te queman dentro de la boca.

Tócale la nuca y disfruta de como te mira. Disfruta de la peligrosa cercanía, del vaivén de sus lunares, del ronroneo en tus oídos.

Por una vez, déjate convencer. Que todo cobrará sentido cuando en algún momento de lucidez no recuerdes como es que ya no tienes ropa.

15:53

De repente su cuerpo se atenazó. Se consumió ahogada en sus propias palabras y sufrió una caída sin revés. Esperó a que no mirase nadie para desertar la primera.
De nada sirvió la arenga.

Esa noche durmió entre la estrechez de la mentira y la sinrazón de la incertidumbre. Despertó en mitad de la noche con una sensación desangelada que dificilmente puedas experimentar.
¿Acaso lloraste alguna vez de forma que tus lágrimas tocaran tu pecho?

Mientras espera que alguien suelte sus cadenas, cantos de sirena ven poblar el amanecer vestidas de luto.

Al final, la verdad siempre permanece -sobre arenas movedizas- pero permanece.

La misma verdad que envejece en la imaginación de un niño de 7 años.

Olvídate por un momento de todas esas normas estúpidas que te has impuesto, olvídate de límites absurdos, de tópicos caducados, de estereotipos considerados obscenos, de miedos inventados, de excusas manías.

Lo importante es tener una superficie horizontal donde caer, y otra dónde dejar la ropa que se vaya cayendo.


16:58

Te la jugabas a cara o cruz.
Decías cruz, salía cara. Bueno,
sólo era un juego. Y pedías
otra y otra y otra.... Y así hasta
aquel último bar, hasta aquel
último reducto de esperanza.
Entrabas y, como siempre, nadie,
nada: un camarero con ganas
de cerrar, y algún pobre diablo
como tú. Pero al día siguiente
la seducción seguía ahí, intacta.

Karmelo C, Iribarren.



Me gusta mucho este autor, iré colgando más cosicas

Adoro las cerillas.

Para mí, uno de los grandes placeres de esta vida es encender un cigarro con una.
Me encanta verlas prender con un simple toque fuerte y seco.

Todo un arte.

Oir el crujido de la chispa y ver como el fuego crece en cuestión de segundos. Encender el cigarrillo, darle una calada, y agitar tu muñeca para apagarla.

Y mientras, obervar como se disuelve el humo, sentir por fín, la maravillosa mezcla del tabaco y el olor a fósforo quemado.

¿No es acaso un verdadero ritual?

Aquí el paisaje es diferente. Nada de señores con trajes, nada de maletines. Aquí ninguna azafata te dará los buenos dias dulcemente, nadie revisará tu maleta ni te hará pasar por un detector de metales. Nadie velará por tu seguridad.
Nada de protocolos, nada de burbujas. Pero la cafeteria seguirá siendo tan cara como siempre, eso sí.

Inmigrantes rumbo a su tierra, inmigrantes que vuelven a la nuestras, inmigrantes que te miran a los ojos con desolación.
El pueblo que, cansado de trabajar, decide irse de vacaciones por un módico precio, y así poder sentir, que todavia le queda algo de libertad. Parejas nerviosas que se besan al bajar, -Mochilero busca persona no consumida por la cultura del miedo-.

Gente normal y corriente. Hambrientos de vida, locos de sueños. Las mismas que hacen que la vida merezca la pena.
A mi lado un grupo de marroquies hablan sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud.

-No entiendo tanta divinidad - Dicen, -Si su Dios, que tanto le quiso, se hizo hombre, que se vuelva hombre él tambien-
Y a mi, que luego me digan, que el enemigo viene en patera.

Estación de autobuses de Madrid. 14/8/2011

18:56

El calvario de un viejo es sentirse inutil.

Y Creo que es abominable, que en los ultimos dias de tu vida te hagan sentir mas inutil de lo que ya eres.

Y sí, VIEJO. Habrá quien encuentre el término despectivo. Pero a mi me parece una palabra preciosa; significa haber vivido, haber sufrido, haberte equivicado y, seguramente, haberte arrepentido.
En sus arrugas se dibujan todas las quimeras que persiguieron durante años. Hasta que se cansaron, y se hicieron viejos.

¿Que a qué quiero llegar con todo esto? pues a que desprecio, con todo mi corazón a una buena parte del personal hospitalario. En especial a ciertas enfermeras.

Enfermeras de lo despreciable
Enfermeras de lo inhumano
Enfermeras que convierten hospitales en verdaderos depósitos de cadáveres,

Joder, hasta los elefantes entierran a sus muertos.

Tratan como mera mercancia a sus pacientes, sin otorgarles un simple gesto que les haga pensar que todavia estan vivos; conduciéndolos así, por inercia, hacia su propia muerte.

Acomódelo en la cama como si fuera un saco de cemento. Sin una sonrisa, una caricia, una palabra de consuelo.

Siempre puedes comentarles a compañeras, entre café y café, lo duro que es tu trabajo y lo cansada que estas.

Benditas sean las enfermeras que tratan a sus pacientes con delicadeza, con dulzura, como si estuvieran transportando un poco de aire.

Ojalá existiese un cielo para ellas.