Dando tumbos, naufragando entre tus pupilas vi historias del pasado.

Vi como el tiempo se había largado, como los que llegamos decididos a quedarnos, nos fuimos cada vez más lejos. Me vi a mi misma, y me toqué la cara para asegurarme de que era yo, no era otra.

Son París, Granada, Italia a un minuto en mi cabeza, la misma que no se olvida de si faltas en mi cama.
Son sólo recuerdos de pasear por casa, y ahora que estás tan distraído me puedo esconder.

Demasiado vino, dije dándome la vuelta y apartándome el pelo de la cara.