No pude evitar llorar, estuve todo el trayecto desde mi casa hasta la casita del parque prometiéndome a mi misma no derramar lágrima. Trayecto que, a pesar de ser extremadamente corto, se hizo eterno.
-Venga, al grano.
No me apetecía que usase el típico método discursivo el cual desembocaría en una conclusión que ya conocía. Me pregunto el porqué. Lo normal es decir lo que se piensa y luego explcar por qué se piensa. Así se hace en todos los apectos de la vida menos en política y en lo que a relaciones se refiere.
Como realmente aquello no había sido una relación, no me daba la real gana que se comportase como si lo fuera.
Yo no digo que sea fácil dejar a alguien , de hecho es dificilísimo, te sientes fatal por la otra persona y tienes que tener cuidado para elegir las palabras correctas, se te encoje el corazón cuando ver la cara del afectado. Pero una vez dado el paso, ya está, te has liberado, te has quitado un lastre de encima C'est fini.
En cambio si te dejan no te queda más que aceptarlo y encajarlo como buenamente puedas, no tienes que entenderlo, solo aceptarlo. Y por mucho que te esfuerces en intentar comprender las razones por las que la otra persona ha tomado esa decision no lo comprenderás. No importa cuánto se haya esforzado en tratar de explicarte, las palabras que le costo elegir, ni cuanto tiempo haya empleado en que te creas lo que te ha dicho. En el 90% de los casos la razon principal es otra.
Pero como siemrpe queda un 10%, se otorga el beneficio de la duda, y no puedes dejar de pensar si lo que te ha contado es, o no es cierto.
Además, él tenia el don. El don de convencer, de tener un piquito de oro.
Si, él hablaba y yo me dejaba convencer.
Su explicación carecía de argumento, no tenía ni pies ni cabeza, se tambaleaba tanto como una patera en alta mar, pero bueno, él nunca había sabido mantener el equilibrio. Y me aferraba a esa idea, A la idea de que nada, por descabellado que parezca, es imposible.
Talvez porque el ser humano al final acaba creyendo lo que quiere creer; lo que le hace sentir bien.
Lo que me dijo no creo que tenga tanta transcendencia como para explicarlo, yo no lo entendí,así que tampoco lo harán ustedes.
No me enfadé porque me dejase, no se lo iba a poner más difícil.
Y sin decir nada, me marché.
Me resulta difícil explicar que sentí cuando llegué a mi casa, lo más normal hubiera sido sentir tristeza pero no, no estaba triste. Era una amalgama de sentimientos que no podía soportar. Una mezcla mucho peor que la propia tristeza.
Ahora se que lo que tenia era el orgullo roto, que lo que sentia rabia e impotencia y que lo que me sentía era traicionada, confundida y sobre todo Gilipollas.
Gilipollas por darle un voto de confianza a alguien que nunca lo mereció.
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Que ya estaba hasta las tetas de poeta de bragueta y revolcón;De trovadores de contenedor.
2:40
4 de febrero de 2009, 7:24 �
Nunca dejes de sonreir, ni siquiera cuando estes triste, porque nunca sabes quien puede enamorarse de tu sonrisa :D.
Los habitos nos retienen y nos asustan , no por lo que son, sino por lo que nosotros seriamos sin ellos. Perdidos,desamparados con una sensacion de vida intensa. Preferimos entonces, la plenitud de la facilidad en vez de la excitante complejidad y preferimos conocer que descubrir.Deshacerse de los habitos supone un gran problema. El hombre es un ser social que no esta hecho para soportar todo eso.EN EL FONDO NO VIVIMOS MAS QUE POR LOS DEMAS. Cadena logica de la vida: Llegamos , se nos presentan serias y cruzadas situaciones ,decisiones que tomar,dudas por resolver.....bueno o malo..solo el destino nos lo dira....
6 de febrero de 2009, 6:05 �
Hay una frase que especialmente me ha llamado la atención: la gente cree en lo que quiere ver. Esto es un concepto psicológico denominado "motivación egoísta" que nos impulsa a percibir de los demás lo que nos interesa a nosotros mísmos inconscientemente...
En cualquier ámbito de nuestra vida, debemos diferenciar ese muro en el que vemos a los demás como aquello que nos complementa y enriquece y otro distinguir si realmente aquello que nos complementa y enriquece está en esa persona o no, si simplemente nos dejamos llevar por la ilusión (una ilusión ciega, me atrevería a decir, una esperanza de que la otra persona cumpla nuestras expectativas... pero recordemos que NADIE está para cumplir NUESTRAS expectativas, que no podemos esperar de los demás lo que nosotros queremos esperar de ellos.
Aún así, no habrá un ruptura, por una relación cualquiera (amistad, afectiva, familiar...) que no duela, que no cree impotencia o incompresión, un pensar ¿esto ha sido todo? ¿tantos esfuerzos para acabar así?
En la medida y en la forma en la que superamos esta fase de aceptación, podremos continuar e iniciar otra, siempre que recapacitemos en los errores del pasado.
PD: Concierto La Fuga, Febrero, Granada, interesada??