Repican campanas de domingo de resaca, llamando a misa a los que no creen en Dios. 
El día pasa buscando una canción que te redima de todas las curvas, recordando el humo de un cigarro que se retorcía sobre la cama, apurando el sueño entre las mantas perezosas.

Intento alcanzar ese algo que se me escapa por momentos, ese algo que me haga acabar con el cóncavo miedo. Quiero dormir amarrada a tus costillas pero lejos de mis temores. Precipítate conmigo, con fuego pero sin guerras, sin daños irreversibles que auguren despedidas.

Suerte que las palabras encarcelan y los ojos liberan. 

0 Responses to "El secreto de tus ojos"

Publicar un comentario