Lo de enero es mentira, muy mentira, y me da igual que un Dios
cristiano o un tipo de solsticio nos obligue a pensar que pasa algo el
31 de diciembre.Todo el mundo sabe que el año nuevo comienza el 1 de
septiembre, y que cuando de verdad pasa algo es el 31 de agosto:
Pasa que no puedes dormir porque tienes los horarios cambiados, y
entonces te das cuenta de que llega septiembre, ese mes en el que se
cierra el ciclo y te toca pensar en el papelón de qué quieres hacer de
verdad con tu vida. Bueno, en realidad
ya lo habías pensado en Julio, pero es fácil no pararse demasiado en
ello cuando un bucle de evasión, cervezas y de frases como “ya nos hemos
liado otra vez” te impiden – por suerte- tomarte la vida en serio o
hacerte demasiado caso.
Pasa que volvemos de nuestras cortas vacaciones en la que nos hemos
gastado los ahorros de todo el año, (como si las vacaciones solo fueran
parte de un malvado plan para perpetuar tu permanencia en la empresa) Y
la sola idea de volver a la rutina nos resulta bastante abrumadora
Por suerte vivimos en Málaga, y el buen tiempo nos permitirá salir de
números rojos con cierto salero, ya que nos podemos permitir el lujo de
alargar hasta noviembre planes tan baratos como hacer el indio en la
playa con una rebequita puesta. El sol nos hace felices, pero también
bastante ingenuos, la candidez que el calor nos otorga nos permite
incluso pensar que igual te da hasta para ahorrar un poco y comprarte
ese portátil. (Lo que no sabes es que en nada es navidad y que llegará
una nueva vorágine de vacaciones, evasión, consumismo, amigos y alcohol
de la que no podrás escapar)
Y así es como pasa la vida, pensando
en que deberíamos dejar de perder el tiempo, aunque bueno ¿Donde se
pierde el tiempo? ¿Vuelve? ¿Lo encuentra alguien alguna vez? Ironías del
lenguaje que dan para pensar un rato.
Pero oye, ya sabes “No
importa qué, nadie puede quitarte los bailes que ya has tenido” decía
García Marquez. Ya ves, la niña se nos ha puesto literaria y se pone a
citar a el Gago en vez de citar a la cultura popular, que es lo que se
ha dicho aquí detoalavida: Que nos quiten lo bailao'. Pero es lo que
tienen las noches del 31, que una se pone tontorrona.
A lo que
iba, Este verano es único, y lo será para siempre, porque no hay nada
como tener a la gente que más quieres y que más te quiere a tu alrededor
y no parar de reír, reír de una forma mayúscula, reír hasta que te
entra hipo, lloras, te duele la tripa y se te desencaja la mandíbula,
reír con una compañera de piso que casi es una novia y con una vecina
que es una hermana,, reír porque el verano es único y porque nosotras
somos eternas.
Y es que al final, no importa lo derrochado o el
tiempo perdido, que no, que no te cuenten milongas, no existen ni los
valores celestiales ni las verdades absolutas. Lo que importa es otra
cosa.
Afortunadamente, no hay nada tan grave en nuestras vidas que no se pueda solucionar con unas cosquis y un beso.
Feliz fin de verano y buenas noches.
17:50